Por que aquel día latieron nuestros corazones
Y aun sabiendo que te despedías, no dije adiós
Calle tu voz con un beso de mis labios tibios
Te di mi aliento y sonreíste dolorosamente
Te llevaste mi corazón contigo y nada dije
A cambio me quede con el tuyo
Se que mis latidos resonaran en tu cuerpo
Aunque ya no este allí tu alma
Tu corazón vivirá en el mío,
Aunque ausente de algún latido
No estés triste ángel mío, ya estaba muerta en vida
El día que fuiste y no hubo despedida.
Tanta tristeza...
ResponderEliminarVenga, es viernes, anímate, llama a algunos amigos y diviértete todo lo que puedas.
Besos.
Si el es un ángel pero tu eres la diosa de el
ResponderEliminarDe pronto le diste un beso
Pero tú le diste la entrada a un cielo infinito
Un besote mi linda diosa
El texto rezuma una tristeza serena que le da una gran belleza.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Que Dolor!
ResponderEliminarPero igual tu lo haces soportable!
El mejor intercambio!
Bendiciones infinitas!!!
Precioso y netido homenaje al que se fue, como siempre lleno de tus dulces emociones.Un beso
ResponderEliminarHola, Khepri:
ResponderEliminarPasando por aquí, para leerte y saludarte; algo triste el poema, pero en verdad muy bueno.
Un abrazo afectuoso y buen fin de semana, mi querida amiga.
Por desgracia, nada es para siempre.
ResponderEliminarSaludos Khepri!