Déjame soñar por un segundo, que bailamos al son de tu
sonrisa
que acaricias...
el borde de mi alma , con solo pestañear…
Déjame avanzar,
hasta llegar a beber la tristeza de tus lagrimas,
permíteme extrañar, la dulzura de tu voz.
Déjame abrigar
tu cuerpo con mis pensamientos,
alejar esos tristes
lamentos
que solo provoco en tu ser.
Déjame desaparecer
como nubes en el cielo,
y gritar cuanto
te quiero
desde el crepúsculo
hasta el
amanecer