Yo quería dormir
Y ellos jugaban unidos
Me rascaba las orejas
Y se las rascaban conmigo
¡Hay de mi vida de perro!
Con estos tres críos
Les hablaba todo el día
Y solo respondían
Con extraños ladridos
Sus caricias me encantaban
Y besaba sus rostros
Mi lengua les fascinaba
Cuando espantaba los monstruos
Degustaba sus calzados
A primera hora de la mañana
Y de la oreja la nana
Me dejaba frente a la puerta
Hasta que la vi abierta
Y entre sin que me vieran
Sin que olieran
La felicidad que me embargaba
Por que metido en sus camas
Estaba por la mañana
Jugando con mis críos
Hasta que un ladrido mío
Me dejo sin botana.
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